martes, 27 de enero de 2015

La Iglesia de Inglaterra ha consagrado su primera mujer obispo durante una ceremonia en la catedral de York.

libby lane

Cientos de personas se encuentran dentro de la catedral de York




Libby Lane, la primera obispo de la Iglesia de Inglaterra tomó posesión de su cargo este domingo, 25 de enero 2015, tras la ceremonia religiosa celebrada en York.

Una ceremonia a la que acudieron unos 110 obispos, algunos miembros de la Comunión Anglicana venidos de lugares lejanos como Nueva Zelanda o Sudáfrica. También representantes de otras confesiones -había metodistas, bautistas, reformados y ortodoxos- así como un gran número de laicos, que completaban el aforo de la catedral. 

Y es que eran muchos los que no querían perderse un momento histórico para la Iglesia de Inglaterra. 

La consagración de Libby Lane también tuvo un impacto mediático notable, no sólo en la prensa nacional o en la televisión, sino en las redes como twitter, donde el hashtag #BishopLibby fue de las tendencias destacadas del día. “Todos sentimos que este momento es importante”, dijo Libby Lane. “Toda la atención que se ha centrado en mí es algo abrumador. Por eso hoy, en mi consagración, me agarro a la promesa de la Biblia, con la seguridad de que todo esto no depende de mí... Porque el Dios que me ha llamado es fiel: él lo hará (1 Tesalonicenses 5.24)”.   

CEREMONIA CON SOBRESALTO 

La ceremonia no estuvo, sin embargo, exenta de algún sobresalto. El principal se produjo cuando la consagración estaba a punto de tener lugar, y el arzobispo de York John Sentamu preguntó a la congregación: “¿Es ahora vuestra voluntad que Libby Lane sea ordenada?” 

Una voz, posteriormente identificada como del reverendo Paul Williamson, que lideró una larga campaña contra la ordenación de mujeres, gritó: “¡No!”. 

En respuesta, Sentamu leyó una declaración preparada que explica los procesos legales que hacían la consagración legal; y recordó a la congregación que al inicio del servicio el registrador principal de la provincia, Lionel Lennox, había leído el mandato de la Reina para la consagración. “No hay ningún impedimento en la legislación para que obedezca el mandato de Su Majestad”, dijo el arzobispo. 

Tras repetir la pregunta, toda la congregación respondió afirmativamente. “Estoy muy contento de que hubiese una voz de la disidencia”, dijo luego el reverendo Kate Bottley. “Pero aún más contento de que había más de 2.000 voces que gritaron que la consagración era nuestra voluntad”. 

Para el obispo de Liverpool, Paul Bayes, el acto “no es el final del viaje para la Iglesia de Inglaterra, sino un hito en el camino”. En definitiva “un día muy importante y lleno de simbolismo para nuestra Iglesia”, expresó el obispo John Inge.

Fuente: Protestante digital
Edición: Gabinete de Comunicación Iglesia Anglicana de España (IERE)